A veces los terapeutas nos solemos preguntar si realmente estamos
haciendo nuestro trabajo bien, si lo que realmente hacemos es terapia.
Para mi, creo que nuestro trabajo es como un pendulo que va de un lado
para otro, hay momentos en los que sientas la verdadera esencia de lo
que haces y hay otros en los que dudas y crees que lo que haces no tiene
ningun sentido.
Desde aqui os animo a muchos terapeutas a que
sigais intentandolo, porque no solo se trata de que tenga sentido para
ti sino sobretodo para la persona con la que trabajamos.
Y es esto lo que me ocurrio con Miguel sin yo pensarlo. Miguel tiene 85 años y hace varios meses perdio a su mujer de alzheimer, ahora pasa por una etapa en la que se tiene que enfrentar al duelo y aqui esta nuestro trabajo: Conseguir que se recupere mediante una actividad significativa para el.
Al principio pense en cien mil ideas, comiendome la cabeza: Que si jugar a las cartas, que si leer alguna novela interesante, que si ver documentales, gerontogimnasia, dinamicas de grupo...Pero nada de eso le motivaba.
Al cabo de un mes me entere que estaba apuntado a un taller de informatica pero que andaba muy perdido, asi es que pense en la idea de ayudarle para que el curso se le diera mejor. Ahora todos los dias una hora a la semana le ayudo con su ordenador a saber manejarlo.
En defintiva, poco a poco voy consiguiendo lo que tanto esperaba:
Que vaya superando el duelo, que recupera su autonomia y que siga con su vida dandole sentido y significado a lo que haces.
Y es que cuando estas seguro de lo que haces, lo haces con pasion y encima obtienes los resultados que esperabas...Sientas la verdadera esencia de la Terapia Ocupacional.
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